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Introducción
Durante el encuentro oficial y sin
precedentes que los integrantes de la
Comisión Brasileña de Ufólogos (CBU)
tuvieron con militares de la Aeronáutica
Brasileña, el 20 de mayo de 2005, en la sede
del Comando de Defensa Aéreo Espacial
Brasileño (Comdabra), el Brigadier José
Carlos Pereira, que había sido el comandante
del órgano entre 1999 y 2001, demostró
especial interés por el tema. Al final del
encuentro, el mismo militar escoltó a los
ufólogos hasta la salida del edificio y,
durante la despedida, cuando le regalaron
algunos ejemplares de la Revista UFO, dijo:
“Agradezco el regalo, pero les informo
que compro la publicación en los garitas de
Brasilia”. Informalmente, y sin ninguna
restricción, Pereira confirmó a los ufólogos
su gran interés y elevado nivel de
información sobre el asunto.
Es de conocimiento general de los ufólogos
brasileños que, si alguien en la jerarquía
militar tiene informaciones concretas sobre
la existencia y materialidad de los OVNIS,
además de su procedencia incuestionablemente
extraterrena, ese alguien es nadie más que
el brigadier José Carlos Pereira. Hasta un
tiempo atrás, inclusive, él ni siquiera
escondía lo que los militares sabían sobre
el tema. Por eso, como parte de la segunda
parte de la campaña nacional UFOs: Libertad
de Información Ya, la Comisión Nacional de
Ufólogos (CBU) decidió ir atrás del militar
para entrevistarlo, sin ninguna garantía de
que él aceptaría.
Pero, atendiendo a una invitación de la
Revista UFO, para gran sorpresa, el
brigadier José Carlos Pereira aceptó dar una
entrevista exclusiva, en la cual mostraría
la realidad de los hechos ufológicos en
Brasil. La entrevista se concretizó el 08 de
marzo, en Brasilia, y ofreció la oportunidad
única, para la Ufología Brasileña, de
aclarar definitivamente la posición militar
al respecto del tema. Más que eso, permitió
que todos conocieran en detalles sus
pensamientos sobre varios aspectos
relacionados al fenómeno UFO, principalmente
en lo que se refiere a la Aeronáutica, a la
Seguridad Nacional y a las relaciones que el
medio militar brasileño tiene con el tema.
“Estoy totalmente a disposición de los
ufólogos de la Revista UFO y será un placer
atenderlos a cualquier momento”,
declaró Pereira al aceptar la invitación.
“Siempre respeté el trabajo de ésta
publicación y deseo contribuir para el
movimiento que ella realiza, buscando la
libertad de información ufológica en el
País”. Mismo algunos días antes de
definirse la fecha de la entrevista, ya se
estimaba que tendría, después de ser
publicada, impacto semejante a otra ocasión
histórica de la Ufología Brasileña, en que
la Revista UFO también estuvo directamente
envuelta: la entrevista con el coronel
Uyrangê Hollanda, en 1997.
La necesaria libertad de información
Para la publicación, ésta sería la
oportunidad no apenas de conocer las ideas
de uno de los más brillantes militares del
país, como también de atraerlo para el
movimiento UFOs: Libertad de Información Ya,
lo que fue hecho. “Ya llegó la hora de
ser liberados todos los secretos sobre este
asunto en Brasil, estén en las bases aéreas
que estén, y voy a trabajar para eso”,
declaró. Poco a poco, en la entrevista, que
tuvo más de 100 preguntas y duró cerca de
cuatro horas, el militar fue mostrando la
seriedad con la que ve el asunto y su
estudio, y confió a los entrevistadores –
este editor y los concejeros especiales de
la Revista UFO Roberto Beck y Fernando de
Aragão Ramalho – importantes informaciones.
El brigadier José Carlos Pereira habló
abiertamente sobre prácticamente todos los
asuntos tocados, sin esquivarse de ninguna
pregunta formulada. “Pretendo conversar
con mis compañeros de uniformes e informarme
sobre cuál es exactamente el clima hoy en
los cuarteles y bases aéreas, y tratar de
traer el apoyo de algunos de ellos para el
trabajo de ustedes”, se ofreció mismo
antes de serle solicitado. Durante la
encuesta, Pereira habló de la seguridad del
espacio aéreo brasileño, de las
infiltraciones que la Nación sufre de
objetos voladores no identificados, de la
llamada Noche Oficial de los UFOs en Brasil,
de la Operación Plato y su comandante, y
hasta describió algunos episodios ufológicos
que desconocíamos.
“El coronel Uyrangê Hollanda, comandante de
la Operación Plato, era un hombre serio y de
resultados, diligente y respetado por todos”,
dijo Pereira, confirmando lo que los
ufólogos brasileños siempre supieron, pero
no tenían cómo garantizar – que de hecho la
Operación resultó en más de 2.000 páginas de
documentos, además de las ya sabidas más de
500 fotos y 16 horas de películas. Sobre el
caso Varginha, entretanto, alegó no saber
nada más de lo que leyó en la prensa y en la
Revista UFO, y pareció sincero. Al final, el
caso pertenece a otra armada, el Ejército.
El brigadier José Carlos Pereira nació en
Salvador (BA) e ingresó a la Fuerza Aérea
Brasileña (FAB) en marzo de 1958, pasando al
retiro en julio de 2005, ocupando todos los
principales puestos de la carrera militar de
esa armada, inclusive el más alto de la
carrera. Se recibió en diciembre de 1963 y
se transformó, de a poco, en uno de los
mayores especialistas del País en políticas
y estrategias aéreo–espaciales. Pereira fue
también piloto de caza, de transporte y de
operaciones aéreo–espaciales, además de
paracaidista militar.
Miembro de la elite militar del País.
Pereira fue oficial de operaciones y
comandante de la Unidad Aérea de Instrucción
de Caza, comandante de bases aéreas y
oficial de Estado Mayor en las áreas de
personal y operaciones. Tuvo destacada
actuación en el área de Inteligencia
Militar, siendo oficial del gabinete militar
de la Presidencia de la República y oficial
de Inteligencia en el Estado Mayor de la
Junta Interamericana de Defensa, en
Washington. Pereira fue además jefe de
logística y movilización del Estado Mayor de
las Fuerzas Armadas, comandante de la
Academia de la Fuerza Aérea (AFA) y jefe del
Estado Mayor del Comando General de
Operaciones Aéreas.
En los últimos 10 años, el brigadier José
Carlos Pereira fue además comandante de
operaciones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB),
teniendo 13 generales y un total de 27 mil
hombres subordinados a él. De 1999 a 2001,
fue comandante general de Operaciones Aéreas
y del Comando de Defensa Aéreo Espacial
Brasileño (Comdabra), órgano que ya fue
llamado de “Área 51 Brasileña”. Como se
puede ver, no es nada exagerado decir que
Pereira fue, durante un buen tiempo, el
guardián de la llave de la caja fuerte donde
están los secretos ufológicos del País. El
27 de marzo de 2006, ya retirado, el
brigadier inclusive tomó pose en la
presidencia de la Empresa Brasileña de
Infraestructura Aeroportuaria (Infraero),
nombrado por el ministro Nelson.
Los ufólogos brasileños prevén que el
impacto que las declaraciones de Pereira
tendrán sobre la campaña UFOs: Libertad de
Información Ya será considerable. Nunca un
militar de su jerarquía habló tan
abiertamente sobre UFOs antes, y pocos
militares extranjeros, en posiciones
equivalentes en las fuerzas armadas de sus
países, llegaron cerca de repetir ese gesto.
Esto estimuló la Revista UFO a intentar
establecer contactos con militares de
semejante estatura de la Marina y el
Ejército, para que se consiga de ellos el
apoyo que los ufólogos brasileños necesitan
para llegar a sus objetivos. Y así,
gradualmente, vamos caminando por esta
huella, que nos llevará un día a la libertad
de información ufológica en Brasil. Uyrangê
Hollanda dio su contribución, y, ahora, José
Carlos Pereira se suma a él.
Vea a seguir los puntos más importantes de
la entrevista del BJC a la Revista UFO.
UFO
–
Brigadier, Usted es el militar brasileño de
alto cargo que más se manifiesta sobre los
UFOs en la prensa, habiendo dado varias
entrevistas, casi siempre de una manera muy
abierta, muy natural ¿A qué se debe su
posición al respecto del tema?
Pereira – Yo creo que ésta es una cuestión
de doctrina personal. Defiendo la tesis de
que no puede y no debe existir asunto
cerrado para la humanidad. Un asunto, por
más extravagante y por más osado que pueda
parecer, precisa ser siempre analizado e
investigado. Galileo que lo diga, Copérnico
que lo diga, y tantos otros científicos que
lo digan. Entonces, me parece que ni el ser
humano, ni cualquier instituto tienen el
derecho de cerrar las puertas para la
discusión de cualquier asunto, sea de
naturaleza científica, política, social o
religiosa. Ni mismo para la ufología, que
clasifico como dentro del campo de la
ciencia. Esta es mi visión personal, que
mantengo hasta hoy.
UFO
–
Ya se dijo que Usted es el dueño de la llave
de la caja fuerte donde se encuentran los
secretos ufológicos brasileños: documentos,
fotos y películas hechas en varias
circunstancias, por militares en diferentes
bases aéreas, a veces sin querer, a veces en
misiones secretas, como durante la Operación
Plato ¿Qué revelarían esos secretos?
Pereira –
Vea, soy un hombre que trabaja con ciencia,
que tiene un cerebro muy científico. Si
usted coloca la idea de que seres
extraterrenos están aquí, que nos están
visitando e investigando, que están haciendo
algo que no sabemos exactamente qué es, su
tesis se choca de frente y es contraria
frontalmente a la razón científica. Sí,
porque, hasta donde sabemos, en nuestro
Sistema Solar no hay cualquier indicación de
la existencia de vida, excepto en la Tierra.
UFO
–
¿Y si pensáramos en civilizaciones con
una tecnología mucho más avanzada que la
nuestra?
Pereira –
Sí, vea bien, estoy pensando con el
conocimiento que tenemos hoy en nuestro
planeta, con el conocimiento que nuestra
ciencia actual posee. Ésta es la advertencia
que debemos hacer. Por eso, considerando
apenas éste conocimiento, niego toda y
cualquier posibilidad de que alguien venga
de afuera para acá. Y la cosa se complica
cuando vamos más lejos, porque Alfa
Centauro, no parece ser un sistema
planetario. Vamos entonces para el lugar del
universo que los astrónomos llaman de “zona
habitable”, que parece estar a muchos años
luz de la Tierra.
UFO
–
¿El entendimiento de ésta situación estaría
fuera de nuestro control?
Pereira –
La cuestión, hoy, es el nivel de tecnología
del cual disponemos para entender el
universo. No descarto que alguien pueda
haber avanzado mil millones de años delante
nuestro, en algún lugar. Por otro lado, con
la tecnología que nosotros tenemos hoy en la
Tierra, precisamos negar terminantemente la
posibilidad de que alguien de afuera del
Sistema Solar tenga la posibilidad de llegar
hasta aquí. Pero vuelvo a repetir, con
humildad, que creo que nuestro conocimiento
debe ser insignificante todavía [nuevamente
dando énfasis] para entender todo eso. Véase
lo que pasó en los últimos 100 años, con el
descubrimiento que va desde la penicilina
hasta el avión.
UFO
–
Ciertamente, estas naves no vienen hasta
aquí utilizando los mismos métodos de
propulsión que usamos para examinar la Luna,
Marte o Venus. ¿Usted cree que éste tema
debe ser discutido abiertamente por la
sociedad?
Pereira –
No, ellas no deben usar motores con cohetes,
como los de nuestras naves enviadas al
espacio. Mi opinión sobre ufología es la de
que, en un futuro muy cercano, ella
precisaría aproximarse mucho más de sectores
científicos pesados, especialmente en las
áreas de astronomía, astrofísica y
astronáutica, de manera a componer un
conjunto científico más consistente. No
rechazo la idea de la filosofía entrar en
este conjunto, con sus conceptos modernos
buscando responder a las preguntas que hasta
hoy nadie respondió: quién somos, de dónde
venimos, para dónde estamos yendo… Desde
Aristóteles que hacemos las mismas preguntas
y nadie las responde. La Ufología, junto a
las citadas disciplinas, podrá ser un camino
para las respuestas.
UFO
–
Su posición, abierta y franca, encuentra
paralelo con la de muy pocos militares
brasileños. Pero encuentra una resistencia
por parte de ciertos segmentos del medio
militar, que prefieren que el asunto UFO
permanezca sin ser ampliamente discutido. ¿A
usted le parece que llegó el momento de esa
resistencia ser quebrada?
Pereira –
Vea, creo que simplemente abrir los archivos
[Secretos] y entregarlos a la prensa o
entregárselos a ustedes es algo que puede
ser hecho mañana a la mañana, sin ningún
problema. Pero creo que esto no basta, no es
suficiente. Ustedes, ufólogos, pueden tener
una desilusión cuando lleguen a ver estos
archivos, pues me parece que esperan por
cosas más sólidas, y tal vez no van a
encontrar lo que imaginan en aquellas
carpetas. Pero, creo que el ejemplo
gubernamental de abrir los archivos
ufológicos, especialmente viniendo del área
militar, es algo que favorece y fortalece
otras personas que tienen recelo de tratar
del asunto. Creo que a partir del momento en
que el gobierno abre algo, termina el recelo
de todo el mundo respecto a eso y las cosas
comienzan a hacerse transparentes. Nadie
tiene miedo de transparencia, todos tienen
miedo de lo que es opaco. Entonces, creo que
la apertura ayuda sí, y tiene un efecto
favorable muy grande en esta discusión.
UFO
–
Pero, ¿mientras no tengamos esto, y sí las
declaraciones de miles de personas de alta
credibilidad, que tuvieron experiencias con
discos voladores?
Pereira –
Se debe tener en cuenta las diferentes
formas de evidencias que existen de los
discos voladores. Como en un trabajo
policial, tenemos las pruebas documentales,
los testigos y las circunstancias, cada uno
con su peso. La prueba documental, por
ejemplo, tiene su impacto, pero los testigos
también. ¿Alguien vio alguna cosa en el
cielo? ¡Óptimo! Pero, cuando 50 o más
personas ven, mejor todavía. Especialmente
personas que no se conocen, que viven en
lugares diferentes, etc. Es así que la
prueba de testigos comienza a hacerse más
fuerte. Y, por fin, tenemos la prueba
circunstancial, que es la más frágil de
todas. Tenemos que separar los tres tipos de
pruebas que tenemos hoy en relación a la
Ufología. Las pruebas circunstanciales
existen siempre en gran cantidad, así como
los testigos, y de estos, 90% reciben una
explicación científica. Pero los 10%
restantes, no. Ya pruebas materiales, no
tenemos ninguna
UFO –
¿Usted clasificaría el acontecimiento del 20
de mayo de 1986, la llamada Noche Oficial de
los UFOs en Brasil, como una prueba
circunstancial de los UFOs?
Pereira –
Para mí, las observaciones que se dieron en
aquella ocasión son pruebas de testigos, de
personas que vieron.
UFO –
Los pilotos de los cazas que fueron enviados
por la Aeronáutica para interceptar los
objetos eran bastante experimentados.
Pereira –
Sí, eran. Por eso aquellas son pruebas de
testigos, situaciones en que testigos vieron
algo y los radares detectaron eso. Vea,
radar puede tener eco falso, puede tener
algunas cosas afectando su funcionamiento,
pero cuando usted tiene más de un radar
detectando el mismo objeto, ahí es demasiado
importante como para no ser llevado a serio
[En tono determinado]. Estos equipos
trabajan en frecuencias diferentes.
UFO –
Uno de los cazas que interceptaron los
objetos llegó a tener varios de ellos
alrededor, relativamente cerca…
Pereira –
Ahí Usted tiene una suma de hechos. Alguien
vio una cosa y el radar la detectó, y este
aparato no tiene nada que ver con ojos, es
electrónico. Un tercer par de ojos también
vio esa misma cosa [otro piloto], así va la
cosa. Entonces usted comienza a dar alta
credibilidad para el acontecimiento y la
situación empieza a hacerse importante. Sí,
todo bien, pero ¿dónde está el objeto? ¿Fue
capturado? Ahí es que viene la cuestión de
la prueba material, que no tenemos.
UFO –
Brigadier, cuando la Comisión Brasileña de
Ufólogos (CBU) estuvo en el Comdabra, el 20
de mayo de 2005, fuimos recibidos por el
brigadier Atheneu Azambuja, que nos mostró
tres carpetas de casos ufológicos archivadas
en el órgano. ¿Ellas no contienen las
pruebas de que estamos siendo visitados por
objetos tripulados y controlados
inteligentemente por seres extraterrenos?
Pereira –
Bien, estas carpetas no están apenas en el
Comdabra, pero están esparcidas en cuarteles
de todo el mundo. Ellas prueban que están
ocurriendo fenómenos sin explicación, que
nos llevan a deducir ser la presencia de
seres u objetos extraños a la Tierra. Eso
mismo, no son comunes a nuestro planeta.
Ahora, clasificar qué son estos seres u
objetos es una cosa muy comprometedora, pues
no tenemos conocimiento para tanto
[cauteloso]. Así, creo que la ufología
tendrá mucho trabajo por delante [Para
identificar el fenómeno], y necesitará
también agregar nuevas disciplinas a ella.
UFO –
En la época de la visita al Comdabra,
argumentamos que deseábamos realizar un
estudio junto con la Aeronáutica, formando
un equipo de ufólogos civiles y militares.
¿Qué le parece esta idea a Usted?
Pereira –
Sí, pero yo diría que necesita haber más
gente en éste equipo. Me parece que, además
de los ufólogos civiles y militares, debería
haber científicos, astrónomos, físicos, etc.
Porque éste es un conocimiento que tiene que
sumar más personas.
UFO –
Para Usted, ¿es posible que civilizaciones
de otros planetas nos estén visitando?
Pereira –
Bien, mi pensamiento con respecto a eso es
el siguiente: nosotros, humanos, salimos del
suelo por primera vez con un avión hace casi
100 años, y en apenas un siglo conseguimos
llegar a la Luna. En términos astronómicos,
se puede decir que 100 años no es nada, ni
polvo. Entonces, si en un siglo, con nuestra
limitada capacidad, conseguimos todo eso…
Ahora piense: ¿Dónde estaremos dentro de
otros 100 o 1.000 años?...
UFO –
Sabemos que la Aeronáutica Brasileña estudia
oficialmente UFOs desde 1969, cuando el
brigadier José Vaz da Silva estableció en el
IV Comando Aéreo Regional (COMAR 4) el
Sistema de Investigación de Objetos Aéreos
No Identificados (SIOANI). Pero, ¿por qué
aquel estudio no prosperó y aparentemente
fue encerrado aquel mismo año?
Pereira –
Vea, ésta es una cuestión muy interesante.
Yo no estaba cerca en aquella época y no
estudié estos hechos. No se me ocurrió
investigar por qué aquel trabajo fue
paralizado, pero supongo que el brigadier
José Vaz da Silva no haya tenido más
condiciones de continuarlo. La historia de
él es diferente [de la de muchos militares].
Él era un hombre que estaba siempre a la
vanguardia, estaba siempre adelantado a su
tiempo.
UFO –
¿A Usted le parece que pudo haber habido una
intervención superior para el
establecimiento del SIOANI, o ésta fue una
iniciativa apenas del brigadier Vaz da
Silva?
Pereira –
Estoy casi seguro que sí, que hubo una
intervención superior. Y seguramente el
Estado Mayor del brigadier Vaz da Silva
trabajó junto a él, apoyando el proyecto,
asesorando y organizando el SIOANI. Un
comandante sólo nunca hace nada, tiene que
tener un Estado Mayor por detrás de sus
acciones.
UFO –
Las dos publicaciones del SIOANI, que
trascendieron, traían descripciones de casos
estudiados por el órgano, inclusive de UFOs
aterrizados y con tripulantes. Son casos
investigados por militares y mantenidos
escondidos. Éste es el tipo de documento que
los ufólogos quieren que sea liberado. ¿A
Usted le parece que pueden ser divulgados?
Pereira –
Para mí, no hay ningún motivo para mantener
ese material sigiloso. Ninguno. Veo que su
liberación no afecta ninguno de los cuatro
criterios clásicos que los militares siempre
tienen en mente cuando se trata de secretos
nacionales. Y ellos son representados por
los siguientes cuestionamientos: primero,
¿la liberación de éste material llevará al
país a una guerra? Segundo, ¿provocará
pánico en la población? Tercero, ¿colocará
en riesgo la Seguridad Nacional, sea en
relación a otro país de América del Sur u
otros? Y cuarto, ¿la liberación de éste
material comprometerá la privacidad de
personas eventualmente nombradas en él? Esto
es lo que tenemos que tener en mente, y el
material del SIOANI no va mismo, entonces
¡Divulgue!
UFO
–
¿Usted es a favor de revelar documentos
ufológicos generados por los militares e
mantenidos como sigilosos hasta hoy?
Pereira –
Totalmente. A menos que la liberación afecte
alguno de los cuatro ítems que mencioné
recién. En ese caso, creo que el material no
debería ser divulgado. Tenemos que respetar
la privacidad de las personas y la Seguridad
Nacional, y necesitamos cuidar la paz y el
orden. Tampoco podemos provocar una guerra o
mal estar con otros países. En definitiva,
no revelaremos nuestros planes al enemigo.
Fuera eso, llegó el momento de dar
transparencia y pasar esto a limpio.
UFO
–
¿A Usted le parece que esto se aplica,
también, a los documentos de la Operación
Plato, realizada por la Aeronáutica del
Estado de Pará, en 1977?
Pereira –
¡Claro! ¡Sin dudas! ¡A toda y cualquier
operación!
UFO –
¿Usted tuvo conocimiento de aquella
operación?
Pereira –
En el momento en que fue realizada, no.
Apenas después tuve conocimiento de los
resultados. Pero conocí a Hollanda [Coronel
Uyrangê Hollanda, comandante de la misión
militar]. Él trabajó en el área de
Inteligencia de la Aeronáutica, como yo,
entonces estábamos siempre cruzándonos.
UFO –
Entrevisté a Hollanda en 1997. Había acabado
de dar una entrevista al programa
Fantástico, hablando sobre documentos de la
Fuerza Aérea Brasileña, él la vio y me llamó
al día siguiente, diciéndome: “Mire Gevaerd,
acompaño su trabajo y sé que está haciendo
lo correcto. Quiero decir que estoy retirado
ahora, y no tengo más compromisos con el
cargo. Entonces, si usted quiere venir a Río
de Janeiro para entrevistarme, tendré mucho
que decir”. Fui inmediatamente a Río de
Janeiro e hice con Marco Antonio Petit una
entrevista histórica con él. ¿Usted leyó esa
entrevista?
Pereira –
Sí, obvio. Tengo una copia de ella y también
la encontré en varios sitios. Es una
entrevista larga, que leí con atención. El
otro día, un compañero de mi clase me pasó
una copia de ella y le dije: “Amigo, ¿te
parece que no tengo esto? Tengo una copia
aquí hace mucho tiempo”
UFO –
¿De verdad? Entonces, supongo que militares
importantes, como Usted, tomaron
conocimiento de las declaraciones de
Hollanda.
Pereira –
Sí, seguramente. Es una entrevista larga y
muy conocida. Ahora, Hollanda era un hombre
intranquilo, con una personalidad
introspectiva. Tanto así que terminó dando
fin a su propia vida…
UFO –
¿A Usted le parece que problemas personales
influenciaron de alguna manera en las
declaraciones que Hollanda nos dio sobre la
Operación Plato para la Revista UFO?
Pereira –
En su contenido no, pero en la forma, tal
vez. Hollanda era un hombre serio y no
alteraría un contenido, más todavía teniendo
esa importancia.
UFO –
Dicen que, cuando fue llamado para ser
comandante de la Operación, a Hollanda le
encantó, porque era todo lo que él quería:
ir a la selva. Él asumió la misión militar y
tuvo contacto directo con un ET, que nos
reveló en la entrevista. ¿Usted sabía de
eso?
Pereira –
Supe, él relató eso. Pero no llegué a
conversar ese asunto con él. Hollanda
también me llamó enseguida, pero yo estaba
en otra operación [No ufológica].
UFO
–
Él contó que estaba con un subalterno en el
río Guajará–Mirim, ya volviendo al
campamento, cuando una nave cilíndrica, con
100 m de largura, prácticamente aterrizó de
pie en la otra orilla. De arriba de ella,
una puerta se abrió y un ET salió y
descendió flotando hasta donde estaba él.
Éste, según el propio Hollanda, fue el
momento más interesante de la Operación
Plato. ¿Usted conversó sobre éste asunto con
él?
Pereira –
No, infelizmente no tuve detalles antes.
Pero tal vez sea por eso que él entró de
cuerpo y alma en la Operación Plato, que fue
donde él se encontró. Si como aviador no
funcionó, y él rechazaba la idea de ser
oficial intendente, entonces el sector de
inteligencia le vino bien. Para mí, trabajar
en la inteligencia es algo agradable, por lo
menos en términos. En aquella época era algo
complicado. Trabajé mucho en inteligencia
militar pura, con estrategia. Pero nunca me
preocupé mucho, por ejemplo, con comunistas
[la primera explicación oficial para la
Operación Plato fue que se trataba de una
misión para identificar comunistas
supuestamente infiltrados en la Selva
Amazónica]
UFO –
Hollanda sospechaba que fue justamente el
contacto con ese tal ET a orillas del río
Guajará–Mirim, que ocurrió en mediados de
1977, el factor determinante para el
encerramiento de la Operación Plato. Dijo
que, al reportar el hecho a su superior, el
brigadier Protásio Lopes de Oliveira, por
ese entonces comandante del I Comando Aéreo
Regional (COMAR I), recibió la orden de
cerrar la misión. ¿Usted sabía de esto?
Pereira –
Una parte. No tenía éste detalle.
UFO
–
Mucha gente todavía piensa que él no se
suicidó, sino que habría sido asesinado por
supuestamente hablar demasiado. Esto no es
verdad. Entretanto, si la edición en que la
primera parte de la entrevista con él fue
publicada – UFO 054, de octubre de 1997 –
hubiese salido antes, y él hubiese visto el
homenaje que el Equipo UFO le ofreció,
sintiéndose prestigiado y viendo la enorme
contribución que le dio a la Ufología
Brasileña, tal vez no hubiera acabado con la
propia vida…
Pereira –
Sí, puede ser. Él tenía una vida muy
solitaria, y eso es algo muy triste. Por
eso, en el mundo militar, el sector que más
une a las personas es la inteligencia. Quien
vivió eso sufre mucho al alejarse de ese
medio. Es aquella cosa: en una guerra, en el
medio del tiroteo, nadie está pensando en la
Patria. La persona está pensando en la
propia vida y en la de quien está a su lado,
que es el único que puede ayudarlo en ese
momento. Y Hollanda, cuando se retiró,
estaba totalmente aislado de todos y de
todo. Eso realmente afecta a la persona.
UFO –
Hollanda tuvo intimidad con el Fenómeno UFO,
especialmente del medio hasta el final de la
Operación Plato, hasta que aconteció el
contacto con el ET y la misión fue
encerrada. Pero eso no lo hizo acabar con
las investigaciones, que él continuó
conduciendo por cuenta propia y en las horas
libres. Continuó, inclusive, teniendo nuevos
contactos, hasta que un día, sin
explicación, los fenómenos a su alrededor
pararon. Esto parece haberlo afectado
bastante. ¿Usted estaba enterado de esto?
Pereira –
No, no sabía. Pero, una vez, conversando con
una psicóloga sobre Hollanda, ella me
aseguró que él presentaba el perfil de una
persona que debería haber vivido algo muy
grave en algún momento de su vida. Tan grave
que lo aisló, digamos así, de sus semejantes
[Lamentando].
UFO –
¿Usted también cree que la explicación que
él tuvo en la Operación Plato pudo haber
sido un elemento que colaboró para su
estado?
Pereira –
Sí, sin dudas, fue un elemento catalizador,
una experiencia muy fuerte.
UFO –
¿Circularon en el medio militar, en aquella
época, los resultados que la Operación Plato
había conseguido?
Pereira –
Sí. No con gran énfasis, pero todo el mundo
supo lo que estaba sucediendo.
UFO
–
¿Y el contacto que Hollanda tuvo con el ET,
en diciembre de 1977, también llegó al
conocimiento del medio militar?
Pereira –
Apenas poca gente supo. Yo mismo supe mucho
tiempo después, no en el momento en que
ocurrió. Quien comentó el hecho conmigo fue
el brigadier Protásio. En la época en que
ocurrió yo ya era más antiguo en la
Aeronáutica que Hollanda, y solo supe de
este acontecimiento específico, el tal
contacto, cuando ya iba a ser brigadier.
Pero, de la Operación Plato tuve
conocimiento luego que fui a trabajar en la
propia inteligencia, cuando todavía era
coronel. Yo fui director de planeamiento de
la Fuerza Aérea, y todos los archivos
estaban a mi disposición.
UFO –
¿Usted tuvo acceso a todos los documentos
producidos por la Operación Plato?
Pereira –
Sí, a todos. Pero eso cuando fui director de
planeamiento de la Fuerza Aérea, en los
primeros años de la década de 90.
UFO –
¿Y dónde estaban los archivos? ¿En Brasilia?
Pereira –
Sí, en Brasilia. Esos archivos fueron todos
recogidos, y una parte de ellos fue
distribuida para el antiguo SIN [Servicio
Nacional de Información, órgano antecesor de
la actual Agencia Brasileña de Inteligencia
(ABIN)]. Pero parte solamente. Yo apenas
tuve contacto nuevamente con ellos años más
tarde, cuando ejercía otra función en la
Aeronáutica.
UFO –
Entonces Usted tuvo los archivos de la
operación a su disposición. La información
que nosotros teníamos, que nos fue pasada
por Hollanda, pero que nunca conseguimos
confirmar satisfactoriamente, es que él y
sus comandados produjeron por lo menos 2.000
reportes de avistamientos, que eran
dactilografiados por el sargento Flavio
Costa, una especie de secretario de la
misión, además de cerca de 500 fotografías y
16 horas de películas en súper 16 mm. ¿Usted
confirma?
Pereira –
Ah, sí, debe ser eso mismo. Ese tipo de
películas, en esa época, era lo que había de
mejor.
UFO –
Cuando la Comisión Brasileña de Ufólogos (CBU)
estuvo en el Comdabra, pudimos ver una parte
de esos documentos y fotos, un poco más de
una centena de cada uno, guardados en una
carpeta. ¿Dónde está el resto de este
material?
Pereira –
Vea bien, el Comdabra y el Comando Brasileño
de Defensa Aérea, que trabaja con la
cuestión aérea. Aquellos archivos, en un
determinado momento, fueron distribuidos a
los órganos de acuerdo con su interés [Áreas
de actuación]. Los que fueron al Comdabra
son los que dicen respecto inmediatamente al
Sistema de Defensa Aérea, la visualización
de objetos por radar, a cazas persiguiendo
cosas, etc. Otro tipo de operaciones, que no
tenían nada que ver con la Defensa Aérea del
País, continúan todavía en el antiguo SIN,
la actual ABIN.
UFO –
¿Usted vio las películas hechas en la
Operación Plato, de naves espantosas y
enormes sobre el Río Amazonas?
Pereira –
No, no vi ese material. Pero sé que existe.
UFO
–
¿Pero dónde están esas películas?
Pereira –
En el Comdabra está lo que fue mostrado a
los ufólogos. Y en el Sistema de
Inteligencia de la Fuerza Aérea Brasileña,
que también queda en Brasilia, también hay
material.
UFO –
Además de esas fotografías de la Operación
Plato, ¿Usted vio imágenes obtenidas en
otras misiones o hechas de alguna otra
forma?
Pereira –
No, lo que vi fueron esas fotos de la
Operación Plato. Algunas después se hicieron
públicas. No hubo otras misiones, la
Operación Plato fue la única.
UFO
–
Continuando con la visita de la Comisión
Brasileña de Ufólogos (CBU) al Comdabra, en
esa ocasión, el brigadier Atheneu Azambuja,
en ese momento comandante del órgano, relató
que era rutina los cazas de la Aeronáutica
levantar vuelo para identificar “blancos
radares”, entre ellos los “tráfico hotel”. Y
nosotros sabemos que estos son términos
utilizados para describir varias cosas,
inclusive platos voladores. ¿Cuántas de
estas intercepciones ocurren anualmente en
el País y cuál es su resultado?
Pereira –
Son varias, pero me acuerdo de una en este
momento. Eso es todo automatizado, los
procedimientos son automáticos. Este hecho
ocurrió en Anápolis (Estado de Goiás) hace
algunos años. Hubo un contacto de radar con
alguna “cosa” y la Defensa Aérea determinó
el despegue de un caza Mirage de la base
aérea de aquella ciudad. El objeto no
identificado estaba muy cerca, no estaba
lejos no, casi en el área de Goiania
(capital del Estado). Pero el radar no
conseguía determinar la altimetría, su
altitud, apenas la posición donde estaba. El
Mirage subió en su dirección hasta donde
pudo, y cuando llegó a los 48 mil pies de
altura [casi 16 km], que es el techo de
servicio de él, tuvo que abandonar la
búsqueda. El piloto dijo: “Ei, estoy a 48
mil pies y no estoy viendo nada. El radar
está diciendo que esto está ahí adelante
mío, peo yo no veo nada”.
UFO
–
¿El radar de suelo detectaba un punto en esa
posición, y el de bordo del Mirage también?
Pereira –
Sí. Del avión nosotros teníamos altimetría,
o sea, sabíamos en que altura estaba. Pero
no se podía determinar la altitud del otro
contacto, que aparecía en ambos radares.
Entonces, cuando no sabes dónde está el
blanco, se hace difícil. Puede estar a
cualquier altura, desde 1.000 m a cualquier
otra. Y me acuerdo bien de ese episodio. El
piloto tenía contacto visual con el objeto,
que era una luz brillando al medio día, con
pleno Sol.
UFO
–
¿Era un objeto grande?
Pereira –
Bien, era un punto luminoso, cuyo tamaño era
imposible determinar, pues ahí entra la
cuestión de la ilusión de luz. No consigues
saber el tamaño de algo si no sabes a qué
distancia se encuentra. El piloto decía que
estaba lejos: “Estoy viendo la “cosa” aquí,
pero está lejos, muy lejos”, decía. Y él ya
estaba en el techo máximo de 48 mil pies. El
Mirage puede ir hasta 50 mil pies, pero
sería peligroso. Me acuerdo bien de ese
despegue.
UFO –
Brigadier, ¿Cuántos casos como éste ocurren
por año y en cuál es su resultado?
Pereira –
Me acuerdo de unos tres o cuatro casos así.
No sé el promedio anual [lacónico], pero tal
vez sean dos o tres casos por año. Pero,
otra cosa, ¿ustedes tienen algún caso que
envuelva la Marina Brasileña en el Río
Amazonas?
UFO –
En el Río Amazonas tenemos apenas casos de
barcos civiles. De la Marina, tenemos un
caso ocurrido en el Río Paraguay, en 1962,
envolviendo un navío comandado por el
entonces capitán de mar y guerra João María
Romariz, ya fallecido. La embarcación fue
seguida por un UFO cerca del Fuerte Coimbra,
en el que es hoy el Estado de Mato Grosso do
Sul. El caso está registrado en el libro
UFOs: Archivo Confidencial (de Marco Antonio
Petit). ¿Usted tiene algún caso específico
ocurrido en el Río Amazonas?
Pereira –
Sí, y éste caso fue “cerrado” por la Marina,
nunca se divulgó. Pero recibí la información
de una corveta, de aquellas antiguas, que
navegan muy bien, se envolvió en un
avistamiento. Aquel tipo de embarcación
puede ir hasta las fronteras más lejanas.
Una corveta de estas, navegando de noche,
fue abordada por un UFO que se acerco de
arriba. La cosa fue fea, me dijeron. La
situación se tornó más complicada para el
comandante del barco, porque hubo pánico en
la tripulación en un área muy aislada. En
ese tipo de lugar el indio más cercano está
a más de mil kilómetros…
Continúa… |
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